Constantino Márquez & Laureano Kavafis
-¿Qué esperamos congregados en ensayos militares que todo el mundo ha tomado a risa por la magnífica incompetencia que en ellos se muestra y que contrasta grotescamente con los grandes fines proclamados?
Es a los bárbaros, que supuestamente nos invaden hoy.
-¿Por qué esta inacción en el Senado, por qué se ha suprimido la función parlamentaria y una ANC electa bajo la figura de la trampa y representante de un solo sector -extremadamente minoritario de la sociedad- decide el futuro y el destino de una nación entera, mientras de las antiguas instituciones democráticas queda ya solo un tenue recuerdo?
Porque hoy nos invaden los bárbaros. No se puede legislar en medio de una invasión. Solo podemos prepararnos para luchar con ellos. Todos nuestros esfuerzos, nuestra logística, nuestra economía e incluso nuestra vida, deben estar orientadas a prepararnos para la invasión de los bárbaros.
-¿Por qué nuestro emperador madrugó tanto y habla a cada instante en cadena de radio y televisión, por qué cierra emisoras y encarcela gente, por qué tortura, asesina y desaparece, por qué se viste con ropa que parece militar y ha decidido jugar a la guerra?
Porque hoy nos invaden los bárbaros y él personalmente quiere estar en alguno de los frentes esperándoles para que conozcan de nuestra furia y nuestro poderío. Él quiere estar allí cuando se les inflija la aplastante derrota que les avergüence y les ponga en cobarde huida. Él quiere estar allí, en primera línea de peligro y ser el primero en gritar “¡yankees go home and homa!” cuando la planta insolente del extranjero profane el suelo de la patria.
-¿Por qué nuestros dos cónsules y pretores salieron hoy con rojas togas bordadas; por qué llevan brazaletes con tantas amatistas y anillos engastados y esmeraldas rutilantes; por qué empuñan hoy preciosos báculos en plata y oro magníficamente cincelados?” ¿Por qué usan costosa ropa y viven en magníficas mansiones?
Porque hoy llegarán los bárbaros y a ellos esas cosas les impresionan; y ellos quieren mostrarles que tienen billete que jode para enfrentarlos, porque llevan casi dos décadas robando. De hecho en la historia universal no se conoce un robo de similar cuantía hecho a una nación. También en ese mal batimos récord. Ellos quieren que los bárbaros sepan con quién se están metiendo; que no importan las sanciones ni el bloqueo de cuentas, que ellos tienen suficiente dinero por todos lados para sobrevivir, que comida y medicinas a ellos no les va a faltar y que si alguno de los altos dignatarios por error resultase herido, podría ser trasladado inmediatamente a Cuba y atendido. Lo que suceda al pueblo es otro cuento, pero los cónsules y pretores quieren mostrar a los bárbaros que son invencibles, porque el carecer de escrúpulos hace a la gente invencible.
-«¿Por qué no acuden, como siempre, los ilustres oradores a echar sus discursos y decir sus cosas?» ¿Por qué no hay grandes concentraciones en la avenida Bolívar para mostrar el magnífico apoyo con el que cuenta el emperador, con tomas aéreas realizadas desde un helicóptero, como en los viejos tiempos y transmitidas por el imparcial canal del Estado?
Porque hoy nos invaden los bárbaros y ellos no entienden nuestra lengua. Ningún discurso va a impersonales. Además nuestros grandes líderes están todos en entrenamiento, porque ellos irán todos en primera línea de fuego para dar el ejemplo cuando nos invadan los bárbaros.
-¿Por qué empieza de pronto este desconcierto y confusión? (¡Qué graves se han vuelto los rostros!) ¿Por qué calles y plazas aprisa se vacían y todos vuelven a casa compungidos?
Porque se hizo de noche y los bárbaros no llegaron. Algunos han venido de las fronteras y contado que los bárbaros no existen.
«¿Y qué va a ser de nosotros ahora sin bárbaros? Esta gente, al fin y al cabo, era una solución.»
– ¿Y entonces para qué se arman a miles de personas inexpertas en el manejo de fusiles y se reparten armas, si los bárbaros no van a invadirnos? ¿Para qué se entrena entonces nuestro ejército?
Para suprimir a su propio pueblo. El emperador se ha empecinado en gobernar, aunque para ello tenga que aniquilar hasta el último de sus súbditos. Resulta ser que al final, los bárbaros parece que somos nosotros. Cuánta razón tenía Gallegos.
Buenas madrugadas Constantino Márquez & Laureano Kavafis. Los bárbaros vinieron, vieron la barbarie y se regresaron.¡Qué bárbaro!
Parece que la falta de alimentos y medicinas, mas el hampa desbordada, no han sido suficientes para acabar con el pueblo. Ahora equipan sus batallones con armas de verdad para arrasar con los que todavía resisten. Los ensayos militares, mas que militares, son intentos para ver si unos cuantos se mueren de la risa. «El fin justifica los medios».
Estimado Laureano,
El título es de película:
“Esperando a los bárbaros”
bárbaro, ra.
Del lat. barbărus, y este del gr. βάρβαρος bárbaros ‘extranjero’, voz de or. onomat., a partir del sonido bar.
-. adj. Dicho de una persona: De alguno de los pueblos que desde el siglo V invadieron el Imperio romano y se fueron extendiendo por la mayor parte de Europa. U. t. c. s.
-. adj. Perteneciente o relativo a los bárbaros.
-. adj. Fiero, cruel.
-. adj. Inculto, grosero, tosco.
Con una expresión dicha en las últimas horas en el parlamento de postín se delata donde están los protagonistas:
“El que venga por las cenizas tendrá que ser fusilado“.
¡Que barbaridad!
Como evita uno acordarse de Radio Rochela, cuando tiene entre ojos y nariz un bagaje de argumentos, de muy alta factura, exquisita, diría Don Tito Martínez Del Box. Un cúmulo de materiales para nutrir los programas de todo un año, sí, así mismo es. No exageramos. Cuasi podríamos afirmar, que el celebrado libretista y su equipo de colaboradores más próximos, no dudarían en calificar el hallazgo como: La piedra filosofal del Buen Humor. Su asombro sería abismal. Cuanta riqueza vertida, diría el genio, regada, y lo más sorprendente, su capacidad de auto reproducción. Aunque mutante, conserva su esencia, la cual le permite variedad en la diversidad de sus cuantiosas y reiteradas maléficas creaciones. Toda una monumental empresa de recreación. No dirigida propiamente a hacernos reír, pero nos reímos, aunque su misión es engañarnos, gozamos una y parte de otra, como diría Lola. . De no ser por el malintencionado, reiterativo, marcial y rígido propósito de hacerle cuadritos la vida a los venezolanos, nos encontráramos, así, de repente, como quien no quiere la cosa, a pesar de los reiterativos apuros que suelen causarnos, ante la fuente de libretos para abrir una tras otra temporadas de vívidas comedias, nutridas con lo que nos acontece en el acontecer de los sumados acontecimientos ejecutados por serias políticas, atribuibles a los auténticos, sin duda alguna, autores personeros del poder que los provoca.
Creo, amigo Laureano, que los bárbaros se aproximaron al objetivo trazado en su rigurosa y detallada estrategia, pero, acudieron a la táctica de retirarse, para evitar que el enemigo detectara la debilidad que en ellos logró causarles, la inesperada y sorpresiva arma utilizada por sus adversarios, al hacer desencadenarles un feroz, inesperado e indetenible ataque de risas, de esos que hacen que quien lo sufre se haga pipí. Todos huyeron a las letrinas.
Los barbaros nunca van a venir porque ya los tenemos mandando mi queridolaureano
Como el cuento del gallo pelón,seguiremis esperando la invasión que tanto anuncia el emperador.