Este estudio fue realizado por el doctor Claudio Nazoa, psiquiatra especializado en extrañas enfermedades mentales. El estudio se efectuó durante la hospitalización de los pacientes Laureano Márquez (L) y Emilio Lovera (E). El primero dice ser politólogo, humorista, con tendencia a la vida ascética y con casi medio siglo de existencia; el segundo, de edad desconocida y también de profesión humorista, dice poseer, en su manía delirante, múltiples personalidades que oscilan con gran gracilidad del género femenino más tosco al masculino más vernáculo. Ambos pacientes fueron atendidos y diagnosticados con las técnicas más avanzadas de la psiquiatría, en el prestigioso y reconocido internacionalmente Hospital de Conducta Acelerada y Psiquiatría Avanzada de Venezuela.
Es interesante destacar que este profundo análisis de la psiquis de los individuos antes mencionados contó con el apoyo y la valiosa colaboración del reconocido colega y psiquiatra doctor Rómulo Aponte, quien, en calidad de ayudante del doctor Nazoa, realizó importantes aportes para el diagnóstico clínico del par de especímenes a los que hacemos referencia.También es importante destacar que el doctor Aponte, basado en los resultados de la interesante y totalmente atípica psiquis de estos individuos, publicó un libro titulado La masturbación como origen de ciertos trastornos capilares en las extremidades superiores, tratado científico que rápidamente se ha convertido en uno de los más polémicos best sellers.

No resultó tarea fácil ingresar a estos orates en el hospital para la realización del estudio; aprovechamos para agradecer la valiosa colaboración de sus familiares cercanos, quienes, en beneficio de su salud, la de ellos, recurrieron a la ciencia como último recurso, ya que la convivencia con este par de peligrosos enfermos mentales se había convertido en un verdadero infierno.Cuentan los familiares que en medio de su desesperación, han probado y recurrido a todo: medicación, hipnotismo, acupuntura, el curso de Laudín, charlas con Carlos Fraga y Elba Escobar, sangría controlada y electroshock, aplicado por un psiquiatra que, a su vez, enloqueció intentando curar a este par.

Todo fracasó y dada la inadaptación social de Laureano y Emilio, Nazoa debió recurrir a chocolates, equipos electrónicos de última generación, mujeres y papas arrugadas con mojito canario, para lograr que L y E, así los llamaremos en adelante, ingresaran voluntariamente al Hospital de Conducta Acelerada y Psiquiatría Avanzada de Venezuela, dirigido por el doctor Nazoa, quien, como se sabe, se ha especializado con éxito mundial en el estudio psiquiátrico y psicológico de primates y ratas.

El método científico se aplicó rigurosamente y bajo ninguna circunstancia se han colocado síntomas inexistentes. Los resultados de este trabajo, aunque parezcan inverosímiles, son los verdaderos síntomas de los pacientes Márquez y Lovera, a quienes agradecemos por haber colaborado inconscientemente con el desarrollo de la psiquiatría mundial, la cual ha tenido que cambiar algunos conceptos, en vista de los dramáticos resultados obtenidos y que, resumidamente, leerán a continuación.

Examen físico y mental del sujeto «L».

Es obvio el deterioro físico del paciente, al punto que prácticamente no necesitó auscultación por parte de los doctores tratantes. Llamó particularmente la atención el crecimiento desmedido de sus tetillas, cosa normal ya que padece el conocido Síndrome del Destete Prematuro y del Postdivorcio.

Al igual que Sigmund Freud, Nazoa y Aponte recopilaron datos que establecieron las características de este síndrome. En años remotos, al estudiar la historia de la vida de personas avaras, se demostró que muchas se vieron privadas prematuramente de la lactancia materna. Esto llevó a la conclusión de que quienes habían dejado de lactar a edad muy temprana o posterior a un divorcio, tenían tendencia a la tacañería y usura, pues quedaban literalmente mamando, debido a una infiltración en las células absortivas y calciformes que hace metaplastia intestinal, por atrofia en la metaplasia vellositaria de sus partes íntimas ocultas en tales ocasiones.

Fue este examen, para la medicina, un hecho curioso que lograba explicar la abundante vellosidad que el paciente presentaba en la palma de sus manos y que llevó a los científicos a una conclusión contundente: el sujeto L, entre otras enfermedades irreversibles, sufre del Síndrome de Capgras. Por todos es conocido que el Síndrome de Capgras es un raro trastorno en el que una persona se aferra a la delirante creencia de que sus conocidos, más frecuentemente su cónyuge o un familiar cercano, han sido reemplazados por impostores de apariencia idéntica, ocurriendo con más frecuencia en pacientes con esquizofrenia, aunque también puede ocurrir en aquellos con demencia o lesión cerebral. Al respecto, un familiar de L, relató: «Yo no sabía qué hacer, él tenía la persistente idea de que su mujer había sido sustituida por otra, razón por la que se negaba a dormir con la ‘impostora’ y llegó al punto de cerrar la puerta de su cuarto para no dejarla pasar. L reconocía a toda su familia menos a su mujer, cosa que no solo lo benefició sino que además despertó la envidia de muchos de sus amigos quienes añoraban padecer el mismo síndrome. L pensaba que su mujer era su abuelo fallecido años atrás. En otra ocasión -continuó el familiar de L quien pidió no ser identificado- lo sorprendí dando golpecitos a su Blackberry, creyendo que eran cabecitas de niños, al tiempo que hablaba sobre tuitear con el picaporte de una puerta, e insistía una y otra vez, una y otra vez, lo cual, en estos tiempos, habría tenido algo de lógica si al menos tuviera el pin del picaporte…

Otro día, L, malhumorado y frustrado, se dirigió al diario Tal Cual, lugar donde trabaja como columnista, y, sin mediar palabra alguna, agarró intempestivamente por el cuello de la camisa a Teodoro Petkoff, su jefe, y jalándolo por las orejas y el bigote intentó ponérselo de sombrero».Era evidente -dedujo el doctor Nazoa- que L padecía de una pérdida cognitiva aguda de neuronas criptadas y acortadas tal vez por infiltración linfo-plasmocitaria con polimorfonucleares y eosinófilos, ya que también se descubrió que el paciente, pensando que eran helados, acostumbraba chupar caracoles africanos que encontraba en la calle. Lo dramáticamente narrado por el familiar de L permitió que el doctor Aponte, como es bien sabido, connotado sexólogo, emitiera un nuevo diagnóstico que se suma a los anteriores: L padece, entre otras anomalías graves, de un severo trastorno mental que sólo se da en la China y que se conoce con el nombre de Koro Maliko. Para quienes lo desconozcan, Koro Maliko es un trastorno mental en el cual el enfermo cree que su pene se reduce progresivamente hasta invaginarse en su propio abdomen y causar la muerte. En 30 o 40% de los casos, el enfermo es, además, maníaco depresivo y paranoico. El tratamiento aún está en experimentación.Visto todo lo anterior, se recomienda encerrar de por vida a este paciente, ya que representa un peligro para sí mismo y para los penes de quienes lo rodean.

Examen físico y mental del sujeto «E».

Los doctores Aponte y Nazoa quedaron perplejos y patidifusos cuando, aplicando sedación forzada mediante el empleo de un objeto contundente, practicaron el examen físico de este extraño paciente. Lo primero que les llamó la atención fue que el coxis se prolongaba 30 centímetros más de lo normal. Al principio se sospechó la presencia clandestina de un pene cervical, raro trastorno que afecta únicamente el falo viril de pacientes de orígenes muy primitivos; sin embargo, tras largos y acuciosos estudios, los psiquiatras lograron determinar que, en este caso específico, lo que le colgaba a E era un simple y vulgar rabo muy común en la anatomía de los primates que están en pleno proceso de evolución.

Para el examen del rabo de este paciente contamos con la ayuda de un famoso urólogo, y se utilizó un método muy alejado a la introspección retrospectiva cuántica, la cual consiste en el establecimiento de situaciones controladas, fuera o dentro del laboratorio, a objeto de analizar las reacciones del sujeto cuando estas anomalías modifican el saco prostático.

En el caso de E se comprobó la existencia del no menos temido Síndrome de Fregoli, el cual es totalmente opuesto al de Capgras. Este síndrome consiste en un raro trastorno crónico y delirante en el que el paciente cree que personas conocidas tienen otra identidad. Ellos, en su euforia, se sienten perseguidos por alguien que ven en todas partes disfrazado. Este cuadro psicopatológico fue confirmado, ya que E cree que es perseguido, incluso al excusado, por los doctores Nazoa, Aponte y el paciente Laureano Márquez, quienes cambian de apariencia para transformarse en un representante del Seniat, que psicológica y literalmente lo trae loco.

También, y en base a conversaciones evidentemente paranoicas entabladas con el paciente, se logró diagnosticar a este sujeto como el caso número 50 en el mundo en padecer el Síndrome del Acento Extranjero. El dominio de voces y acentos diferentes a su lengua materna, que es considerado una virtud en el campo del humorismo, es en realidad un trastorno dramático que evidencia daño cerebral, detectado fácilmente a través de una resonancia magnética nuclear y un electroencefalograma coloreado con ayuda del empleo de supositorios de neón contrastantes; allí aparecen células nerviosas excitadas por la adrenalina y la noradrenalina en los lóbulos frontal, temporal y occipital del cerebro, irradiadas en una red neuronal carente de sinapsis; es decir, sin interconexión entre sí, estado por cierto muy similar al de los ancestros de la raza humana al dormir y que, sin embargo, sin explicación científica, en E produce ideas coherentes que generan pensamientos y análisis que lo han catapultado al éxito en el campo del humorismo.La ciencia aún no encuentra explicación lógica a esto último ni al hecho de que es el único cerebro donde, a pesar del cuadro descrito, las neuronas se regeneran para prolongar tan absurda vida, quién sabe por cuánto tiempo para desgracia de la humanidad.