-¿La vida no hay que tomársela en serio?
Claro que hay que tomársela en serio. Y la prueba más clara de ello es la existencia del humor. El humor existe porque la vida es cosa seria.

-¿De qué se ríe?
De muchas cosas: de mí, para comenzar, de lo que amo, de lo que me hace sufrir, del poder, de la vanidad…

-¿No le parece que si el venezolano dejara de tomarse las cosas como un chiste, podría enfrentar sus problemas con mayor éxito?
Bueno, esta pregunta asoma una discusión sobre la cual podríamos dar un largo debate y es si la risa y el humor subvierten el orden o por el contrario inducen al conformismo, al ofrecer una válvula de escape o una suerte de venganza sutil. Es la misma discusión que sirve de telón de fondo a la trama de la novela “El nombre de la Rosa” de Umberto Eco.

Mi respuesta es que el verdadero humor es pensamiento puro, entonces nos ayuda a enfrentar las cosas con mayor éxito. El humor es indispensable en la lucha del ser humano por un mundo mejor. Chaplin por ejemplo, nos mostró los horrores de Hitler antes de que el mundo se diera cuenta. El humor nos abre los ojos y también nos da esperanza cuando todo parece tenebroso. Ahora, en lo que toca al chiste, efectivamente este puede ser un desahogo nervioso, una manera de aliviar tensiones, simplemente, lo cual también es legítimo dicho sea de paso. Yo creo que uno de los grandes problemas de nuestro pueblo no es el exceso de humor, sino más bien su carencia, porque lo que aquí hay es exceso de jodedera, que es otra cosa.

-Si tuviese la oportunidad de hablar con Chávez en privado, ¿qué le diría?
Señor presidente: Yo también soy hijo de esta tierra, pienso distinto a usted, pero no por eso amo menos a Venezuela. Desde ese amor le digo: – Usted le hace daño al país cuando fomenta el odio y la división, cuando maneja la hacienda pública como si fuese patrimonio personal, cuando obliga a la gente a ser acrítica si quiere estar de su lado, cuando entorpece el funcionamiento de los poder públicos autónomos y cuando cree que todo el que piensa diferente es un “enemigo” al que hay que vencer en batalla. Nos haría mucho bien si usted se ocupara de gobernar y de rodearse de gente idónea.

-¿Cómo describiría al hombre venezolano promedio?
El venezolano promedio es medio obediente a la ley, medio decente, medio responsable, medio fiel. Pero creo que la gran mayoría está por encima del promedio, lo que pasa que los que están por debajo, están tan bajo que nos hacen perder puntos a todos.

-“Se sufre pero se goza”, “El Código bochinche” y “Amorcito corazón” son sus tres publicaciones ¿Para cuándo un libro que no sea humorístico?
Bueno, quizá más adelante. Tengo un libro de poemas, pero que no publico porque son muy serios y sobre todo muy malos. Pero tengo pensado algún día escribir algo serio sobre el humor.

-¿Qué opina del monogamia?
Bueno, yo el comportamiento de los monos los respeto, porque ellos tampoco cuestionan el mío. Sin embargo, creo que cuando se ama de verdad, uno no necesita a nadie más. Al menos así me ha sucedido a mí.

-¿Como politólogo, no ha pensado en dedicarse a la política, pero desde un cargo público?
Me lo proponen a cada instante, pero no acepto porque hace tiempo asumí que mi misión esta en el humor, allí mi búsqueda de Dios. Cada uno a lo suyo. Lo cual no significa que considere que no podría tener un buen desempeño en un cargo público. Yo creo que lo haría muy bien, no tanto por mis capacidades, sino por la incompetencia de los referencias a la vista.

-¿Cuál ha sido la peor decisión que ha tomado?
Todas las que tienen que ver con la inversión de mis ahorros. Siempre le recomiendo a mis amigos que en materia financiera vean lo que yo hago y hagan exactamente lo contrario: Que compren cuando yo venda, que vendan cuando yo compre y que nunca sigan mi ejemplo.

-¿Cuál es el acontecimiento político que más le ha causado risa?
Quizá el “por que no te callas” de Juan Carlos y por supuesto la rutina de la diarrea de Chávez, es muy buena.

-¿Las mujeres caen con chistes?
Cuando le preguntaron a Jessica Rabbit por qué se había enamorado de un conejo tan feo, siendo ella tan hermosa respondió: “Es que me hacer reír”. Creo que es un buen punto hacer reír a una dama para que ella se fije en uno. Claudio Nazoa es el más vivido ejemplo.

-¿Qué es lo mejor de vivir en la quinta república?
No sé, Porque yo sigo viviendo en apartamento…

-¿Qué extraña de la Radio Rochela donde participaba?
El compromiso entre risa y formación de conciencia ciudadana… y a los humoristas que se han ido, el más reciente Bólido…

-¿A qué otro oficio se hubiese podido dedicar cómodamente y por qué?
Podría haber sido albañil, mayordomo, cocinero, pero sobre todo Gigoló por mis múltiples encantos que saltan a la vista.

-¿Qué cree que lo hace diferente de los demás?
Nada. Quizá que soy un poco más pendejo que el promedio.

-¿Qué lo pone de mal humor?
La injusticia, la arbitrariedad, el abuso…es decir…

-¿Le teme al exilio?
Más que al Seniat…

-¿Cuál es el peor libro que se ha leído o que por malo no ha terminado de leer?
No recuerdo, pero en el fondo, ningún libro es malo, porque es una apuesta a la palabra, a la persuasión y ya eso es bueno.

-¿Quién fue su primera fantasía sexual?
¿Qué es fantasía sexual?

-Su mayor imprudencia…
No sé porque mientras hay vida hay esperanza de cometer alguna peor…Creo que está por venir, pero del pasado haber contribuido, con mi excesiva crítica al orden anterior, al auge de la antipolítica que ahora nos rige…

-¿Qué le preocupa del futuro?
Como dijo un cubano al ver la situación de Venezuela: “lo que más me preocupa del futuro es el pasado que nos espera…”

-¿Cuál será el epitafio de su tumba?
Ahora mismo no se me ocurre nada…