Eso de destapar tumbas se ha venido poniendo de moda de cierto tiempo a esta parte. Uno de los pioneros fue -como en tantas cosas inexplicables- el intergaláctico, aunque cuentan que lo suyo fue más bien un acto de nigromancia. Sobre ello se ha especulado mucho dada la notable influencia de Cuba sobre el personaje en cuestión. Entre las diversas prácticas religiosas existentes en la isla caribeña, hay una (el palo mayombe, Congo o simpremplemente paleros) que usa los huesos de los difuntos célebres para extraer de ellos su supuesta fuerza y energía. No es descabellado pensar que, dada la profunda admiración del “Eterno” por El Libertador, quisiera extraer de sus huesos su “potencia”. Eso explicaría el extraño ritual ceremonial utilizado en una exhumación que tenía -supuestamente- carácter meramente científico: se llevó a cabo al filo de la medianoche (ya decía el profanado en vida “A la sombra del misterio no trabaja sino el crimen”), los profanadores con vestimentas blancas, con los rostros cubiertos, con el himno nacional sonado de fondo, etc.
La protección de la dignidad de los cadáveres está contemplada en todas las legislaciones. El habitual “descanse en paz” implica que no debe ser interrumpido el descanso eterno de los sepulcros, salvo para cumplir últimas voluntades o por indagaciones de tipo judicial. En el caso de Bolívar se argumentó esto último. Se señaló que, casi con seguridad, había sido asesinado por envenenamiento con arsénico y si se lograba probar el crimen, habría razones para encarcelar a sus autores, colocando una reja alrededor de sus tumbas.
En Venezuela hemos sido siempre respetuosos con el descanso eterno de la gente. Seremos desorganizados en muchas cosas, pero a los muertos se les respetaba, al menos antes de la cubanización del país. Uno iba al Cementerio General del Sur y contemplaba intactas las tumbas artísticamente muy valiosas -dicho sea de paso- de gente importante de nuestro pasado. Nunca se ha desenterrado a nadie por retaliación política. Hasta Boves tiene su sepulcro en Urica, incluso con epitafio: “gloria para las heroicas lanzas llaneras”. El general Juan Vicente Gómez permanece sepultado en el mausoleo de estilo morisco que Antonio Malausena construyó para él en la calle Mariño de Maracay, ques sigue todavía en pie, sin que a nadie se le haya ocurrido que debe ser sacado de allí, ni demolido.
En España, por ejemplo, es muy diferente: las rabietas españolas trascienden la muerte. El presidente de allá Pedro Sánchez, ha convertido el traslado de los restos del dictador Franco en un punto de honor, en una de las promesas centrales de su acción de gobierno. Con esa forma de hablar tan castiza que tienen los españoles, el intelectual Pérez-Reverte señaló sobre este desentierro lo siguiente: “El problema de España son los hijos de puta vivos, no los muertos”. Quien sabe si Sánchez quiere también hacerse un anillo con un hueso del dictador para prolongar su mandato por 40 años, que ganas por lo que parece es lo que le sobran.
Lo que sí es casi indiscutible, desde los tiempos del descubrimiento de la tumba de Tutankamón, es que la profanación de tumbas trae mala suerte. El intergaláctico y su entorno también son testimonio de ello, claro está que todo es según como se mire: la mala suerte de unos puede ser la buena suerte de otros, aunque en nuestro caso la buena ha tardado demasiado en llegar.
Aviso:
La palabra jurungamuertos no está en el Diccionario.
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Buenos días Lic. Laureado(sic) Márquez, excelente, para variar. No existen pero de que vuelan vuelan.
no es cuestión d suerte Laureano, es bendición o maldición, y esas practicas atraen lo segundo.
Mi admirado Laureano,
Soy seguidor de tus artículo desde tus inicios y siempre he estado de acuerdo con tus comentarios y reflexiones.
Admiro tu sentido del humor tan fino y además he visto muchos de tus shows por YouTube, espero pronto poder asistir a uno en directo en Madrid.
Te escribo Laureano, porque es la primera vez que no estoy 100% de acuerdo con lo que dices en este artículo titulado Jurungamuertos, concretamente en lo que se refiere al dictador Francisco Franco.
No es viable en mi opinión que en una democracia occidental que pretende ser seria, un dictador siga enterrado con honores en un monumento como el Valle de los Caídos, donde reposan los restos de muchas de sus víctimas. Es cuando mucho, una gran contradicción.
Quizás, sea una medida con un gran gancho electoral y por eso se toma ahora por parte de manera tan precipitada después de esperar mas de 40 años y pasar unos cuentos gobiernos de derecha e izquierda, pero también no es menos cierto que se realizó con el voto a favor y por unanimidad de todos los magistrado de un Tribunal Supremo que en nada se parece al que tenemos en Venezuela. Si, digo tenemos, porque al igual que tú tengo doble nacionalidad, hispano-venezolana.
Agradecerte la actitud positiva, la valentía y el gran sentido común que siempre te acompañan para abordar con optimismo y sin victimizarnos nuestra realidad como venezolanos.
Un gran saludo,
William
Asi llamaban a Domingo Alberto Rangel.
Estimado Laureano, el tema escrutado es muy pertinente en tiempos de vertiginosos cambios, sin ir muy lejos, lo que ocurre acullá con franco, ocurrirá aquí con el insepulto del cuartel de la montaña y entonces para su mudanza se escucharán ballenatos y disparos al aire? Rindiendo honores a quien fuera el colectivo mayor? También es necesario referirse a los que están como muertos pero que despiertan con la ferocidad de jauría de leones, los pueblos que cansados de burlas de tirios y troyanos, el oficialismo pasándole la mano ahora a quienes tienen la firma de la chequera por bienes propiedad del país congelados por las sanciones, burlándose hasta del voto pretenden para el 2020 hacerse con los churupos destinados al bienestar colectivo. En fin, la respuesta a tan trillado dilema la recibió la humanidad hace mas de 2.000 anos: Mateo 8 : 18 Y viendo Jesús gran multitud alrededor de sí, mandó que se fuesen al otro lado [del lago]. Y llegándose un escriba, le dijo: Maestro, te seguiré adonde quiera que fueres.»,»Y Jesús le dijo: Las zorras tienen cavernas, y las aves del cielo nidos; mas el Hijo del hombre no tiene donde recostar su cabeza.»,»Y otro de sus discípulos le dijo: Señor, dadme licencia [para] que vaya primero, y entierre a mi padre.»,»Y Jesús le dijo: Sígueme; deja que los muertos entierren a sus muertos.»,»Y entrando él en [un] barco, sus discípulos le siguieron.» Así que: Mateo 13:1-9: «El que tenga ojos para ver, que vea y oídos, que oiga».
Uffffffff…. directo a la cabeza del clavo. Como siempre, simplemente genial!