“La mayoría de los hombres, Kamala, son como las hojas caídas que
Herman Hesse (Siddartha)
giran y vuelan en el aire, y acaban por el suelo. Pero hay otros,
unos pocos, que son como las estrellas: ellos se mueven en
órbitas fijas más allá del alcance del viento; ellos tienen
sus leyes y su curso dentro de sí mismos.”
La reciente partida de Quino a la casa matriz del espíritu, es una invitación a reflexionar sobre el sentido de la vida. La suya lo tuvo: su gracia nos hizo mejores personas, nos ayudó a pensar un poquito más, a ser más tolerantes y comprensivos, más inconformes y críticos, autocríticos. Hay gente que a su paso por este mundo, hacen de él un lugar mejor para sus compañeros de viaje. Tal fue el propósito de su vida.
En 2014 fue galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades por el «enorme valor educativo» y «dimensión universal» de su obra y por unos personajes que «trascienden cualquier geografía, edad y condición social». Estas menciones le colocan, merecidamente, en el olimpo de los humoristas, se podría agregar su profunda sensibilidad por los dolores humanos. Como él mismo señaló una vez: sus viñetas iban de “la relación entre los más débiles y los más poderosos”. El humorista siempre acompaña a los débiles, a los que son víctimas del abuso del poder en cualquiera de sus manifestaciones. Por eso, el humor siempre estará del lado de la defensa de la democracia y la libertad, denunciando siempre los intentos de menoscabarlas, no pocas veces hechos, curiosamente, en nombre de “la democracia y la libertad”. En tiempos del fallido golpe militar en contra de Alfonsín en 1987 pone en boca de Mafalda estas palabras: “¡Sí a la democracia! ¡Sí a la justicia! ¡Sí a la libertad! ¡Sí a la vida!«.
Alguna vez José Ignacio Cabrujas dijo que el humor era una misteriosa y particular forma de amar. El humorista ama profundamente al mundo, a sus semejantes, por tal razón sueña siempre con lo mejor para ellos. Añora una vida mejor para todos, llena de bondad y de virtud, un planeta más limpio, pero también un alma más limpia. El humor no proclama verdades, al contrario, pone énfasis en cuestionar a los que se creen amos de ellas. Hace que el cerebro saque al pensamiento de las grandes autopistas que recomienda el GPS interno, para llevarlo de paseo por carreteras alternas, algo más largas, sí, pero más emocionantes, en las que se encuentran poblados de insospechada belleza en los que el paisaje de la vida se puede ver de manera diferente para llenarlo a uno de renovado ánimo.
Quino es de la gente que se le queda a uno en el corazón para siempre. Sus temas, como los de la filosofía, o la religión, tocan aspectos centrales del alma humana, preocupaciones sobre nuestro destino que nos acompañan en todo tiempo y lugar. Al fin y al cabo, el asunto central del humorismo es el sentido de la vida, que bueno para nosotros que él lo haya encontrado.
Grande Laureano! Gracias por honrar a Quino con tus palabras. Como hace falta el cuestionamiento de Mafalda y compañía en medio de la realidad venezolana.
El Humor de Quino concientizaba hechos, momentos, de la Vida Total. Cualquier área era estimulada por medio de sus personajes. Quino exudaba una profunda sensibilidad y compasión por las penas y alegrías de los Seres Humanos. Muchas Gracias Quino: Nadie fue indiferente ante las reflexiones de tus personajes y lograste algo inverosímil, que confundiéramos tus personajes contigo mismo y ¡con nosotros mismos!
Se necesita una fuerte energía mental y un talento e ingenio bien aguzados para pensar en bromas ingeniosas que hagan sonreír a los demás. Los que tienen buen sentido del humor tienden a ser más creativos y usan muy bien sus talentos, pues es más fácil hacer llorar que hacer reír.
Otro beneficio cognitivo sobre la risa también puede conducir a una memoria a corto plazo más nítida. Eso sí, hagamos una línea entre el humor bien intencionado y los chistes mezquinos, y los que tienen buen humor saben la diferencia. Muchos comediantes se basan en reírse a costa de otra persona, esa podríamos llamarle humor contaminado.
Aquellos que tienen buen sentido del humor no solo ven el valor de hacer reír a los demás, sino que ellos mismos priorizan la risa. Y como resultado, son más saludables y felices por ello: los estudios muestran que sonreír instantáneamente mejora su estado de ánimo y reír puede aliviar la tensión y derretir el estrés.
Las personas de buen humor aceptan sus defectos y se ríen de ellos (y los dejan ir) de una manera saludable.
La autoaceptación es la clave para una vida más feliz, pero no siempre se practica con tanta frecuencia.
La risa es realmente la mejor medicina. La risa puede estimular los órganos, mejorar el sistema inmunológico y aliviar el dolor. En general, el humor puede beneficiarnos física y emocionalmente. La risa libera endorfinas, que relajan el sistema nervioso. El humor puede tener un efecto positivo muy significativo en la vida.
Al desarrollar una mejor comprensión del humor, creemos que podemos sugerir formas en que las personas pueden vivir una vida mejor, desde ayudarlas a lidiar con el dolor y el estrés hasta alentar a las personas a usar el humor para criticar (reírse) de las cosas negativas que les han hecho sufrir.
Un área que ha dado mucho “humor a veces sesgado” es el envejecimiento, por ejemplo: Si bien la mayoría de las personas se preocupan con cada cumpleaños que pasa, las personas de buen humor se lo toman con calma. Esa actitud alegre puede ayudarlo a vivir más tiempo. Las investigaciones sugieren que el sentido del humor aumenta la longevidad.
Para usted Laureano: Siga que usted va muy bien y lleva nuestro agradecimiento.