Son tiempos de apoyarse en eso que Augusto Mijares denominó «lo afirmativo venezolano». Los venezolanos olvidamos con frecuencia, en medio del pantanal de nuestras cotidianidades, el rico inventario de tantas vidas maravillosas que han hecho que nuestra patria sea floreciente, mejor, más culta e inteligente. Uno de esos seres virtuosos, que esta tierra nuestra ha producido para la humanidad toda, es el maestro Carlos Cruz-Diez, quizá el más universal de nuestros artistas, cuya vida y trayectoria nos hace sentirnos particularmente orgullosos de ser venezolanos.
El mundo es combinación de color y fenómenos ópticos. El arte también puede engañarnos, hacernos parte de él y hasta marearnos. Caminamos por las obras de Cruz-Diez, las pisoteamos sin que él se moleste, porque así las pensó. Nos involucra hasta hacernos formar parte de ellas, como si fuese un dios del color que nos hace a su imagen y semejanza, nos vuelve luz y nos hace pasar por un prisma para decirnos que nuestra propia vida puede ser luminosa y colorida. El mundo de Cruz-Diez cambia cada segundo. Quizá quiere hacernos tomar conciencia de que, las más de las veces, las cosas no son lo que efectivamente parecen, que lo real también puede ser incomprensible y que nuestro entendimiento, como diría Kant, constituye su objeto, que los colores solo están en nuestro mirar.
«El discurso de un artista está dirigido al espíritu de sus semejantes». Es una frase suya. Nuestro espíritu es mejor, solo por el hecho de su existencia creativa. Venezuela también tiene alma, hay un espíritu nacional que se nutre de la riqueza de los artistas, de la inteligencia creativa, de la fuerza de la cultura cuya fe en ese proyecto que se inició hace poco más de 200 años sigue intacta a pesar de los desatinos de nuestro devenir.
Si algo nos enseña la larga historia de la Humanidad es que de los tiempos dolorosos van quedando relegados como un mal recuerdo y que lo único que prevalece es el arte. Los museos son los templos de la reconciliación del alma humana consigo misma, donde el ser humano guarda el arte, que es lo mejor de lo que somos, la fe inmortal en que podemos y debemos ser buenos y felices. El arte es la prueba de que el hombre no ha perdido todavía la fe en sí mismo.
Cruz-Diez fue siempre un niño, comenzó su vida jugando con el color y la forma y no paró ya nunca más. Para los venezolanos, él es motivo de orgullo y esperanza. Nos da la certeza de que la excelencia entre nosotros es posible y a veces más frecuente de lo que nosotros mismos imaginamos. Su trayectoria y su vida hacen particularmente válida esta dolorosa reflexión de Mijares en «lo afirmativo venezolano»:
«Pero la verdad es que, aun en los peores momentos de nuestras crisis políticas, no se perdieron totalmente aquellos propósitos de honradez,, decoro ciudadano y sincero anhelo de trabajar para la patria. Aun en las epocas mas funestas puede observarse como en el fondo del negro cuadro aparecen, bien en forma de rebeldía, bien convertidas en silencioso y empecinado trabajo, aquellas virtudes. Figuras siniestras o grotescas se agitan ante las candilejas y acaparan la atención pública; pero siempre un mártir, un héroe o un pensador iluminan el fondo y dejan para la posteridad su testimonio de bondad, de desinterés y de justicia»
Gracias querido maestro gracias por estar en el fondo, iluminando la posteridad. Ojalá que también nosotros -siguiendo su ejemplo- podamos aportar nuestro rayito de luz, como si el universo todo fuese una obra suya.
Caminamos por las obras de Cruz-Diez, las pisoteamos sin que él se moleste, porque así las pensó.
Buenas tardes licenciado, excelente homenaje a un grande entre los grandes artistas, solo que…»Caminamos por las obras de Cruz-Diez, las pisoteamos sin que él se moleste, porque así las pensó.»… opino que los pasos peatonales no deberían ser factor de distracción de conductores ni de peatones.
Si efectivamente un Dios del color que nos hace jugar en ese color y que logra mientras jugamos que olvidemos la destrucción ocasionada para volcarnos a la reconstrucción y honremos a nuestros maestros del Arte. Brille para él la luz perpetua!!
Que homenaje tan bonito para el Maestro, de verdad que fue una suerte y un privilegio haber podido compartir con él
Nuestro gran Maestro @CarlosCruzDiez siempre vivirá en el Mundo y en nuestros corazones. Gracias por tanto. Excelente Laureano Marquez…. Bravooo
Conocí al Profesor C.Cruz Diez en la Escuela de Artes Plásticas y Aplicadas, en Caracas, estaba yo muy joven, así mismo al Profesor Vasquez Brito y muchos otros artistas que han nutrido y que en esa época hacían vida en común en nuestros centros de Artes. Nunca los olvidaremos porque nos han dejado un legado de conocimiento, arte, belleza, sabiduría, espiritualidad, plasmados en sus obras. QEPD.
Gracias Sr. L. Marquez, siempre tan acertado en sus artículos, ya lo guarde para tenerlo como referencia, lo admiro mucho.
Para que tratar de agregar palabras a este honesto y sólido reconocimiento; para que tratar de encontrar otros atributos a la trascendencia de la vida y obra del Maestro Carlos Cruz Diez; para que tratar de explicar el sano orgullo que tus palabras generan en mi gentilicio Venezolano. Solo quiero agradecerte una vez más, por seguir agitando nuestros corazones, por seguir aportando tu “granito” de arena y por seguir aferrado a la Fe en Dios. Gracias Laureano.
Creo qué se refiere a la obra de el aeropuerto simón bolívar en nuestra patria Venezuela, bravo lauriano, cómo siempre.
Excelente artículo. Creo que nadie ha descrito al maestro mejor que tú
Claro, en la palabra tú también lo eres y nadie mejor para describir tanta grandeza
Gracias respetado Laureano Márquez, por escribir algo tan hermoso del Maestro Carlos Cruz Díez. Es un honor poder contar con seres humanos tan valiosos como el Maestro Cruz Díez (Q.E.P.D), y usted Sr. Laureano. Le sigo en sus escritos, como he seguido la obra del Maestro. Los venezolanos deberían mirar la grandeza de este país y mantenerse con esperanza y positivismo, y con el deseo de reconstruir los valores que se están perdiendo poco a poco. Nuevamente gracias y que Dios le bendiga.
Tenemos venezuela gente muy valiosa como lo fue el maestro y todas las obras que dejó en el mundo … me siento orgullosa de que un venezolano como el maestro haya dejado obras tan grandes en el mundo … vuela muy alto maestro … dios te bendiga y gracias por dejar el nombre de venezuela tan alto