La bofetada que Will Smith ha dado a Chris Rock en la entrega del Oscar, ha dejado de lado acontecimientos de cierta mayor gravedad que amenazan a la humanidad en estos tiempos.
A riesgo de que el lector abandone aquí la lectura de un asunto que ya resulta cansón, se siente uno llamado a opinar sobre el tema por una razón: es que más allá de Smith y Rock, quien ha sido nuevamente sentado en el banquillo de los acusados es el humor.
Nosotros, además de homo sapiens, somos homo ridens. Esta condición de animal que ríe fue precursora de la otra, la del ser pensante.
Seguramente comenzamos a pensar porque el humor nos ayudó en esa tarea. Una de las más hermosas definiciones de humor es la que nos da Aquiles Nazoa cuando dice: «el humor es una manera de pensar sin que el que piensa se dé cuenta de que está pensando». Una suerte de pensamiento de contrabando.
El humor es un relámpago del ingenio. Ese es a la vez su mérito y su riesgo. Cada vez que el desacierto de un humorista pone en cuestión al humor, inevitablemente se entra en la discusión sobre de los límites de este. No cabe duda, los tiene. La pregunta es: quién los establece.
Con el humor sucede igual que con la libertad de expresión, es preferible tenerla, aunque se comentan abusos de ella, que regularla al punto de que deje de existir.
El chiste de Rock fue desafortunado, sin duda, y carente de sensibilidad. El humor suele asociarse a la inteligencia y no es inteligente zaherir a quien padece de una enfermedad que le agobia. Lo que sucede –y no disculpo con esto a Chris Rock o a quien haya escrito el chiste– es que el humor de los grandes eventos de Hollywood busca siempre hacer bromas a costa de los famosos que a ellos asisten.
Algo similar sucede cuando una empresa contrata a un humorista y le proporciona información acerca de sus empleados para que el comediante los «joda» con la aquiescencia de los jefes.
Quizá allí está la raíz del problema: en los tiempos que corren, muchos profesionales del humor olvidan que este no es una forma de agresión, ni está hecho para la burla.
Cuando uno tiene dudas acerca de los fines del humorismo, lo único que tiene que hacer es observar a los grandes maestros: Chaplin, Aquiles Nazoa, Zapata, Pinti y tantos otros. Su humorismo está cargado de sensibilidad, está orientado a la defensa del débil, está lleno de inteligencia e ingenio, es portador de un mensaje luminoso de quien anhela felicidad para todos.
En definitiva, se convierte en una expresión de una conciencia guiada por un profundo amor los semejantes, cuyos defectos morales se subrayan en el anhelo de un mundo mejor. Es lo que los hace inolvidables.
En la entrega del Oscar, el exceso de Chris Rock fue superado con creces por el de Will Smith. Esta bofetada marcará su vida y le perseguirá hasta la reseña de su defunción, además de opacar su momento estelar.
Contrapuso la violencia a la palabra, sin duda un acto primitivo que hace evidente su falta de templanza. Pero más que ser jueces de nuestros semejantes –nadie está exento de cometer desaciertos–, uno lo que debe es sacar enseñanzas de lo sucedido para tratar de ser mejor persona. Si los errores de otros nos ayudan a no cometerlos nosotros, no habrán sucedido en vano.
Mientras escribimos estas líneas, no queremos que los berrinches de Hollywood nos hagan perder de vista que un humorista sigue resistiendo en Ucrania, asumiendo con dignidad la defensa de la integridad de su pueblo. Lleva más de un mes recibiendo a diario bofetadas de Putin.
¡Excelente!
Excelente
Eres el mejor
Por eso te admiro
«Lleva más de un mes recibiendo a diario «bofetadas con el puño» de Putin.»
Sin duda alguna ¡Eres el mejor! Mi admiración y respeto.
Estimado Laureano, Usted se refiere al genio y precursor del humor y amor criollo, como explica: “Una de las más hermosas definiciones de humor es la que nos da Aquiles Nazoa cuando dice: «el humor es una manera de pensar sin que el que piensa se dé cuenta de que está pensando». Una suerte de pensamiento de contrabando”.
El evento entre Smith y Rock pica y se extiende en consideraciones al humor, en sintonía con el causante de la tragedia, que es lo más notable, la entrega, el esfuerzo, de toda una vida, perdida en un instante; ajustandolo a la extraordinaria cita «es una manera de actuar, sin que el que no piensa, no se dé cuenta de que no está pensando». Con franqueza, la situación denota lo más actual, del exigente humor negro, patentizado en sus protagonistas, o bien, «humor de patíbulo» (en inglés gallows humor); personificado, en Pedro Muñoz Seca, ante el pelotón de fusilamiento en la guerra civil española: «me quitaréis mi hacienda, tierras y riqueza, incluso la mujer y la vida, pero no me podéis quitar el miedo que tengo!!». Otros famosos militantes de tan bajo humor, Jonathan Swift, de Los viajes de Gulliver, «inventor de la broma feroz y fúnebre», (1729) y el brillante homónimo del premio, Oscar Wilde, deformado en el acto a Will, que como van los tiros, lo emula: “Escribí cuando no conocía la vida. Ahora que entiendo su significado, ya no tengo que escribir. La vida no puede escribirse; sólo puede vivirse”.
Es la misma línea de pensamiento que me surgió. Ahora siento que te ha faltado que todo se armó desde la Academia para poner el evento en la boca del mundo, ¡fue un montaje! ¡fue un show!
Gracias maestro por la gota en el pico del colibrí de anoche.
Por aquí seguiremos haciendo lo que nos toca hacer.
Un abrazo de oso
Nehomer Sánchez Santana
Emprendedor venezolano de NEOS BEER
Excelente tu mensaje ,ese desagradable acontecimiento debe servir de ejemplo para conocer los límites del uso del humorismo.
Como siempre, excelente.
Intelecto, sarcasmo, humor inteligente… Un cóctel exquisito y muy necesario en estos, no b tan divertidos, tiempos que corren.
Ciertamente es noticia ahora y volverá a ser “tendencia” en las próximas ceremonias de entrega del Oscar. Pero el humor debe trascender. La historia recuerda (no celebra) a los violentos. La sociedad abraza, quiere y respeta a los que buscan mejorarla usando el humor.
«100% de acuerdo» con Usted, un artículo PRECIOSO. Salud.
Buenas tardes licenciado Laureado (sic) Márquez, estoy leyendo la noticia de que el actor Will Smith renunció a la «Academia» y me parece que este «asunto» de «la bofetada» se está complicando, y me preguntó..¿se sentirá culpable de alguna manera la Sra. Smith?. Sinceramente espero y deseo que no.
seria magnifico que putin EL GENOCIDA hiciera lo propio y despues de abusar del humorista ucraniano y mayor lamentablemente de una nacion renunciara a todas sus prebendas.como will smith y con infinitos mas motivos