A falta de mejor tema, el “humor en serio” de esta semana versará sobre la gastronomía en este maravilloso país nórdico. Finlandia es un país de bosques y lagos, es conocido sobre todo por la belleza de su naturaleza intacta. En el extremo norte, las noches blancas, durante las cuales no se pone el sol, duran unas diez semanas en verano. En invierno, la misma zona atraviesa casi ocho semanas sin que el sol apenas despunte por el horizonte. Cuando en Finlandia hay un apagón de día no hay mucho problema, pero cuando la luz se va en la noche, como se desprende de lo dicho, es una verdadera tragedia. La mayor parte de los 5,3 millones de habitantes se concentran hacia el sur del país, ni bolsas que fueran, buscan el calorcito. En esta época del año los finlandeses soportan calorones extremos de hasta 22º centígrados. Como se percibe es un país poco recomendable para que un maracucho emigre.

La cocina finlandesa posee notable influencia de sus países vecinos, por los que fue dominada en algunos momentos de su historia. La preferencia de la gente se orienta hacia el pescado, particularmente de agua dulce. Como a los peces los sacan ya congelados del agua, ya de una, siempre consumen pescado fresco. En el rio Deatnu se practica la pesca del salmón desde hace unos 8.000 años. Es innegable que tienen cierta experiencia en la materia. Entre los platos típicos se encuentra el salmón de mar a la finlandesa que se prepara siguiendo la siguiente receta, bastante práctica para nosotros porque no lleva aceite:

“Hierva las postas de salmón en agua con un chorrito de vinagre y una hoja de laurel durante a 8 minutos. Mientras tanto, saltee las zanahorias en un poco de manteca. Sirva el pescado caliente con el huevo duro (de gallina, naturalmente) y el perejil picados por encima, con un trozo de manteca fresca sobre el salmón. Acompañe con las zanahorias salteadas como guarnición”.Otro plato muy apetecido en Finlandia es el pan relleno kalakukko. Se rellena el pan con el pescado y se hornea, como si fuese un pan de jamón, aunque sin pasas aceitunas y tocineta. En Venezuela se puede sustituir por un sándwich de sardinas.

Para comprar los ingredientes lo más común en la capital es visitar la plaza del mercado de Helsinki. Está muy cerca del puerto y se consigue pescado fresco y vendedores más frescos todavía. Los precios de los productos en Finlandia son bastante elevados y no hay Mercal.

En enero y febrero, que son los meses más fríos del año, los lugareños prefieren las sopas y guisos de pescado los que suelen agregarle crema de leche de ballena. Se come con el pan de pescado y un exquisito quesillo de salmón con huevas de adorno en el tope.

La cúspide gastronómica del verano es el inicio de la temporada de los cangrejos, el 21 de julio. Para ese momento las policías y jueces comienzan a indagar y sentenciar sobre los delitos que durante el invierno no pudieron ser investigados porque el frío no permitía a nadie salir de sus casas.

En octubre los arenques ofrecen sus huevas (bueno, no las ofrecen, los finlandeses se las quitan). El caviar rojo de este país nórdico está entre los más cotizados del mundo y bien podría, por su vivaz color, estar en los planes de importación de nuestro país. Si a usted no le gusta el pescado ni los frutos del mar, no tiene nada que buscar en Finlandia. Nada mejor para cerrar que el poema del finlandés Annikky Paasilinna:

Rakkaat ystävät,
Koska on olemassa tiettyjä asioita
joista on sanoa mitään.
Ottakaamme keittiön Suomen
ja niin toinen viikko odottaa.