Esta canción que de niños cantábamos, es la versión española de una canción de cuna de origen francés muy popular en los tiempos de Luis XVI, el que vino después de aquel que llamaban «el bien amado», quien a su vez sucedió a otro que dijo «después de mi el diluvio». Al pobre le tocó llevar sobre sus hombros el peso del fracaso de su padre. Fue compuesta después de la guerra de Malplaquet en la que Gran Bretaña y Francia se enfrentaron. Esta dedicada a un Churchill, pero no Winston, sino uno más antiguo, John Churchill, duque de Marlborough (de allí Mambrú. Ya se sabe que los españoles son malos con los idiomas). En su letra se habla de conflictos bélicos.
Seguramente, por los tiempos que corren -en los que varios frentes de batalla se abren simultáneamente- volverá a ser muy popular. Al fin y al cabo qué se puede esperar de quien duerme a los inocentes con canciones que incitan a la guerra.
Las batallas muestran nuestro lado menos civilizado, pero también para muchos, son el motor de la historia. Ha habido muchas y de diverso tipo. En la antigüedad tenemos por ejemplo las llamadas «guerras médicas» que no fueron las que libraron Hipócrates y Galeno por conseguir mejores condiciones laborales para los doctores griegos, sino la guerra entre los persas y las ciudades estado griegas. Una de las más famosas fue la «batalla de Termópilas» en la que el general espartano Leónidas con 300 valientes frenó el avance del ejército de Jerjes que según algunos estaba cercano al millón de hombres. Cuenta la leyenda que Jerjes dijo «las flechas de nuestros soldados son tantas que oscurecerán el sol», a lo que Leónidas respondió: «mejor, así pelearemos a la sombra». Los persas gritaron: «entregad vuestras armas» y los griegos respondieron: «venid a buscarlas». El rey espartano era gente seria, resistió hasta el final. Una inscripción del poeta Simónides de Ceos, aún hoy recuerda el hecho: «Ὦ ξεῖν’, ἀγγέλλειν Λακεδαιμονίοις ὅτι τῇδε κείμεθα, τοῖς κείνων ῥήμασι πειθόμενοι», para aquellos que no manejan el griego antiguo de corrido, la traducción es: «Oh, extranjero, informa a Esparta que aquí yacemos todavía obedientes a sus leyes», como nosotros, pues.
Los romanos libraron contra Cartago, la potencia del lado africano del Mediterráneo las llamadas guerras púnicas. El cartaginés Aníbal cruzo el Mediterráneo -que todavía no era «madre nostrum»- con un ejército de 50.000 hombres, 9.000 caballos y 37 elefantes. Estos últimos eran los tanques de guerra de la época. Demás esta decir que ganaron los romanos al final y por eso este escrito está en lengua romance y griego y no en fenicio. Muchos años después Julio César cruzó el Rubicón, como decir el Esequibo de la época. Luego los bárbaros conquistaron Roma y los cruzados Jerusalén, los turcos Constantinopla y todo el mundo a Polonia. Guerras las ha habido siempre, así que no hay nada nuevo bajo el sol. Las ha habido también absurdas, en 1883, Lijar, un pueblo de España de 600 habitantes le declaró la guerra a Francia. También la llamada «guerra del cerdo» entre británicos y estadounidenses, que duró cuatro meses y comenzó cuando un miembro de la infantería inglesa le deparó a un cochino que estaba en territorio de Estados Unidos. La única baja fue el cerdo, no hay reportes de si fue ingerido o sepultado con honores.
Quizá la noticia bélica mas absurda es cuando florentinos y genoveses en 1425 decidieron poner fin al conflicto que tenían con una curiosa competencia. Decidieron que ganaría el ejército portador del soldado con el armamento de mayor longitud. El final de la batalla parecía inminente, sin derramamiento de sangre, hasta que a un florentino se le ocurrió proclamar ganador a los genoveses con este argumento: “su miembro viril posee tal longitud que llega a cubrir enormes distancias. ¿Cómo se explica si no que, cuando pasan años a cientos de millas de su hogar, encuentren a su retorno que son padres de varias criaturas?” Demás está decir que los genoveses reanudaron el conflicto.
Traigo a colación estos ejemplos por si nos sirven de algo ya que «Mambrú se fue a la guerra, qué dolor qué dolor qué pena».
Hay por Dios esta vez me rindo, tengo que estudiar la historia un poco mas para entenderte. Pero lògicamente se entiende perfectamente a que te refieres.
De guerras estupidas esta hecho el infierno, y para muestra un boton.
Te deseo lo mejor, sabiendo que estas dando la vuelta al mundo.
Hola admirado Laureano,
Las peores guerras son las que han tenido los dirigentes de este país por los últimos 16 años en sus mentes atormentadas por un resentimiento social que les susurra “Guerra, Guerra, hay que derramar sangre para saciar mi sed de venganza contra los que cuando niños me ayudaron a desarrollar esta personalidad sociopática que tengo” La banalidad del mal radica no en el entendimiento sino en la arranque de la personalidad ególatra que solamente percibe del escenario lo que le interesa, el poder y con ello se aísla y pierde la capacidad de comunicarse, esa discapacidad de expresarse, de sentirse relegado hace que el encierro del sujeto se torne en mas inquina y auto-refuerzo para seguir justificándose con los mayores elogios hacia las cosas mas nobles de la vida usándolos como mamparas. Hitler se creía un pintor extraordinario y un salvador mesiánico para limpiar al mundo con su exterminio, Mussolini se auto-promovía como un adonis con envidiable presencia, Nerón murió tocando malamente una arpa y lamentando el gran artista que perdía el mundo, mientras contemplaba a lo lejos a Roma arder y entre nosotros Chávez que amenazaba a quien no lo siguiera y ordenaba pulverizarlos proclamando un amor sin limites hacia todos. En fin en las guerras del exterminio siempre ha habido un resentido social que carga ese pesado fardo y es por eso que Mambrú busca de frontera a frontera donde saciar su obsesión por la guerra proclamando la paz. Muchas Gracias a nuestro prolífico amigo Laureano Márquez.
Hola! mas por el contenido, que el titulo de la cancion, solo recuerdo la primera estrofa…investigue y una estrofa de la cancion reza:
Que Mambrú ya se ha muerto,
¡qué dolor, qué dolor, qué entuerto!,
que Mambrú ya se ha muerto,
lo llevan a enterrar.
Do-re-mi, do-re-fa,
lo llevan a enterrar.
Es lo que diriamos, leer entre lineas? es lo interesante de tus escritos, el hecho de uno documentarse, si no lo sabiamos, pues ahora si…y si teniamos conocimiento pues lo complementamos…Aplaudo tu sentido critico, la forma de hacer llegar todo lo bueno dentro de ti hacia muchos. y diria que como Mambru…Que dolor, que dolor que pena, que hoy todavia muchos esten en oscuridad (ignorancia) Deseo Luz para Todos!!! Sigue iluminando, mi estimado. Un Abrazo: Yo
Brillante como siempre Laureano, mi admiración, mi respeto. Creo que si nos sirve de algo nos colocamos entre el grupo de las noticias bélicas más absurdas, lo único que el contexto no es tan simple como el de los florentinos y genoveses lamentablemente.
Magistral Laureano. Pulgares arriba!!!!!
Buena labor, Laureano.
Lauriano Marqués, con su humor característico recoge lo absurdo de la realidad Venezolana y nos pasea por la historia de una manera hilarante
Gracias por darnos estos regalos en estos tiempos de oscuridad
Tu ingenio es lo maximo, como me alegran tus escritos, los difruto cada semana, y de paso, eres mi maestro pues hay cosas que desconocia.Felicitaciones y bendiciones.
Bueno. Que se puede esperar.. Manbrú se fué a buscar la guerra hacia el lado izquierdo, pensando que así subiría enteros (no subió ni quintos) porque no le pararón pelotas por allá. Ahora se va a buscarla por el lado derecho a ver si por este otro lado si le paran y le echan una ayudita para saciar sus ansias guerreriles. Mosca… Le puede salir el tiro por la culata… Gracias, muy didactico y entretenido su escrito. Cuando se le ocurrirá sacar una recopilación con todos ellos?…
«Malbrouck s’en va-t-guerre
mironton mironton mirontaine
ne sais quand reviendra…..»
Me hiciste morir de la risa!
Esperemos que no regrese y si se muere, lo cual no sería malo, no vamos a plantar un rosal, ni tampoco una mata de romero.
Genial, gracias por el recuento, algunas las conocía, otras no. Siempre ha sido absurdo que unos seres «racionales» terminen en guerra. Lo mas absurdo es tratar de «iniciar» guerra por miedo a unas elecciones y perder el poder. Absurdo al máximo…»este Manbru»
Siempre bien acertado Chèr Laureano, que le bon Dieu te benisse
Excelente! Libranos señor de nuestros malos gobernantes y asi evitar el ansia de ir a jugar a la guerra.
lo siento. me parecio super fastidioso este escrito. No somos tan cultos en asunto griegos y guerras antiguas. no me hizo esbozar ni media sonrisa. Me encanta cuando eres mas «criollito» y si, soy tu fan.
Genial como todo lo q escribes y gracias x tus clases de historia, dios te bendiga
BRAAAAAAAVO