El episodio es conocido: estalla en Venezuela la llamada “Revolución de las reformas” (junio,1835) -una de las tantas revoluciones fracasadas de nuestra historia, empeorando la presente- en contra del presidente José María Vargas. Pedro Carujo, uno de los militares que había participado en la Guerra de Independencia (también en un atentado contra Bolívar en Bogotá), es el encargado de detener al presidente en su residencia, allí se produce un diálogo que ha pasado a la posteridad:
“Doctor Vargas, el mundo es de los valientes”– Gritó Carujo a las puertas de la casa del presidente (valiente para él significa estar armado, tener la razón que da la fuerza por encima ley, el miedo, el poder corrupto y el crimen. El “valor” que nos gobierna en estos tiempos, pues).
Vargas desde adentro responde:
“No, el mundo es del hombre justo. Es el hombre de bien, y no del valiente, el que siempre ha vivido y vivirá feliz sobre la tierra y seguro sobre su conciencia”
Vargas es depuesto, se va al exilio hasta que Páez le restituye en el poder (¡siempre el exilio como castigo, siempre los militares como árbitros de nuestro destino!). Se había juramentado en febrero de 1835. Apenas comenzaba nuestro camino como nación independiente cuando el poder le fue entregado a un civil, ¡y qué civil! Vargas era una de las figuras más respetadas del país. Médico eminente, ciudadano ejemplar, rector magnífico de la Universidad de Caracas, hoy UCV. Bajo su gestión la Universidad fue saneada administrativamente, remodelada, se crearon nuevas cátedras. Con su gestión como rector demostró que además de su vasta cultura científica y humanística, era un hombre de extraordinaria capacidad administrativa. Tanto prestigio hizo que se le propusiera -contra su voluntad- como candidato presidencial. Su campaña se centraba en pedir que no votaran por él, pero ganó.
Venezuela siempre ha tenido gente como Vargas, gente decente y buena. Lamentablemente, el destino del país ha estado mayormente en manos de los Carujos que de los Vargas. Aquellos son expertos en pescar en el río revuelto de nuestra debilidad institucional, pero es con los otros el país ha vivido sus mejores momentos de progreso y paz. Carujo representa la idea de que las cosas se resuelven a plomo limpio, de que el fin justifica los medios, que si es menester recurrir al crimen y a la ilegalidad, hay que hacerlo, que los caminos verdes de la institucionalidad son los más eficientes. Carujo es el que dice frente a un negocio turbio: “igual alguien lo va a hacer, así que para que lo haga otro, mejor lo hago yo”.
En manos de Carujo está en este momento Venezuela. La cara más salvaje y bárbara de nuestro ser es la que lleva el rumbo de la nación. Por ello es completamente razonable que el nombre de Vargas sea borrado. Su imagen de sabiduría y virtud subraya la maldad de los malos, perturba los tenues rastros de su conciencia, deja en más clara evidencia su ausencia de valores y principios, su ignorancia y su predilección por el delito, por el crimen y por la corrupción en todas sus formas.
No, Carujo no ha triunfado. Este país nuestro, está lleno de Vargas, en la medicina, en la música, en el arte, en la literatura, en el deporte, en la ciencia. Los jóvenes venezolanos que en medio de esta tragedia luchan por ser excelentes dentro y fuera del país, son los Vargas que reemplazarán a estos grandes Carujos.
A veces tanto dolor y sufrimiento le lleva a uno a dudar, sin embargo, Carujo nunca tendrá razón: “Es el hombre de bien, y no del valiente, el que siempre ha vivido y vivirá feliz sobre la tierra y seguro sobre su conciencia”. Vargas habrá de volver y con él, la civilidad, la honestidad, la inteligencia, y la bondad.
Así es Amigo, Vargas les hizo frente al decirles como son las cosas y ahora nos toca a nosotros volverla a hacer justa, libre y de avanzada.
Ya es hora de que salgan los Vargas que abundan en el País, para desterrar a los Carujo que ahora,se ven abundantes
Ejenplar como siempre…¿Pero cuándo regresará Vargas…y Andrés Eloy y Arturo Uslar? ¿Cuándo la decencia y el respeto serán las bases de Miraflores? Gracias Laureano…
Maximiliano desde Panamá
El del Block de Zapata.
Excelente tu escrito y como siempre nos deja gran aprendizaje.Los Carrujos no vencerán nunca.Los buenos ,honrados ,los intelectuales etc somos más.Ese cambio de nombre del estado Vargas como los otros cambios que han hecho no prosperarán en la mente de los venezolanos.SEGUIRA SIENDO EL ESTADO VARGAS ,COMO EL ÁVILA.
Excelente
Quizás muchos Venezolanos piensen que estos cartujos de hoy son invencibles,pero, al igual que ayer encontraremos la forma y la fuerza para librarnornos de ellos.
Una vez más demuestras tu sabiduría y sencillez, así estos grandes carujos entienden
Éxitos amigo
Gracias Laureano por estos letras tan urgentes y necesarias en estos aciagos momentos. Saludos
El primer Carujo de la actual “era” de nuestra Venezuela fue un militar golpista, felón, gorila, dictatorial, masacrador de manifestantes inermes, prevaricador e ilegítimo a quien no nombro porque le huyo al pleonasmo.
Este fulano desenterró todos los Carujos que pudo e instruyó a sus “hijos” que siguieran sus pasos y estos últimos 20 años se ha encarcelado, perseguido y asesinado muchos y tantos “Vargas” cual es la inicua forma de callar a los que somos la mayoría a quien a fuerza de arrinconarnos ante la amenaza de las armas se nos quita la comida y las medicinas que es otra vil forma de matar y que derrama lágrimas y maldiciones de impotencia en las confusas y diversas formas de incertidumbre en que vivimos sumergidos los venezolanos.
Una vez más amigo Laureano Márquez (Vargas) amigo, muchas gracias siga escribiendo que como nos enseñó un día un venezolano cabal llamado Kotepa Delgado “Escribe que algo queda”.
Excelente pero la palabra o el nombre del militar ese Carujo no es más bien carajo? de lo cual está llenó nuestro pais, de unos gran carajos familia de Atila.
En algo fue experto Hugo Chávez y era en el “pote de humo”, en inventar un hecho de la nada para distraer la atención de la realidad. Maduro es su pupilo, cambiando el nombre de un Estado nos distrae de nuestra realidad y nuestra única misión: conseguir que todos estos malditos “Carujos” se larguen del país…
Bravo Carujo! Venezuela se escribe con V de Vargas, de vida, de valores, de virtudes ciudadanas. Gracias Laureano por elegir siempre reflejarlos en el cristal de la Verdad que mana de la luz y el amor. Un abrazo fraterno.
Excelente como siempre. Gracias laureano por regalarnos tantos escritos buenos y con ese toque particular tuyo.
Saludos
Excelente, más claro imposible. La gente decente y con valores somos más.
Hermoso tu artículo!!! Lloré mucho de emoción cuando lo leí. Besos
Excelente! La embestida es infame pero no es hora de flaquear.
Estimado Laureano, yo no quiero dudar, pero cómo no hacerlo si cada amanecer nos trae un golpe nuevo. No escuché nada sobre los relucientes nuevos billetes. Unos pensarán que el gobierno se preocupa por nuestra comodidad, así con un papelito remplazamos el montón de billetes que llevamos en bolsas para hacer el mercadito diario.. Pero no será que poco a poco nos acostumbraremos a que nuestro mercadito siguió centuplicando su valor y no nos dimos cuenta ? Seguimos bajando la cabeza, seguimos acostumbrándonos a ser obedientes y aceptar con alegría la suerte de tener un gobierno que nos ama. Yo tengo dudas todavía, gracias a Dios. Un abrazo
Gracias por mantener Viva la memoria y la Esperanza.
Que grande Laureano!
Tenia mucho tiempo que no te leía, prácticamente el tiempo que tengo fuera del país (3años). Te conocí en UR y cuando me tocaban las guardias de fines de semana esperaba con ansias tu programa «Divagancias» me divertía mucho y aprendía más. Y siguiendo la linea de tu articulo tu y yo somos Vargas. Gracias por escribir como lo haces. Que Dios te bendiga mucho hno.
Acabo de leer
HISTORIETA DE VENEZUELA
de
LaureanoMarquez.com
y
EdoIlustrado.com
Se la comieron!!!
Felicitaciones, qué grandes son Uds!!!
Admirado y respetado Laureano, a pesar que nuestro país está lleno de Vargas en la medicina, en la música …como Ud. bien dice, mucho me temo que Carujo sí ha triunfado. Se ha entronizado a pesar de la abundancia de Vargas, debido al estado generalizado y progresivo de anomia, ante el cual siento que hemos claudicado la mayoría de los venezolanos. Claudicado en orquestar una respuesta organizada y contundente ante la satrapía que domina con y por las armas. Lo que abunda es la trapacería, la ambición de poder, el quítate tu pa´ ponerme yo, el acomodo, el golpe artero al de la oposición que levante la cabeza, el o yo o nadie y cosas por el estilo. Quizás no estoy en mi mejor día, pero así me siento hoy. Frente a este estado de ignominia atroz deberíamos estar unidos monolíticamente en lugar de fragmentados en mil pedazos. Por eso siento que el turf está claramente en manos de Carujo.